La investigación en la Antártida comenzó en 2016 fruto de la colaboración entre la Universidad de Zaragoza y el Centro Universitario de Defensa de Zaragoza y contando con la estrecha colaboración del Ejército de Tierra.
"Durante mi estancia en La Antártida fui testigo del
silencio, del respeto a la naturaleza, del trabajo científico
con grandes compañeros y de la convivencia muy especial
entre científicos y militares”.